Qué difícil es caer bien en las redes sociales, ¿no os parece? No importa el presupuesto que le dediquéis a ellas y a popularizar vuestra marca o vuestros productos: el potencial del gran público es tal que os puede ignorar incluso aunque lleguéis a un número muy alto de usuarios (por no hablar de algo más grave, que basta un patinazo para que te borren del mapa). Y es que las campañas de Social Media se han expandido tanto que hay quien las considera una molestia, debiendo ir más allá del ansia por que nos compartan y de que nuestras acciones conviertan. Entrando justo aquí el tema que os planteamos: ¿resulta una buena idea apuntar al Like, Fav y +1 o es mejor impulsar la necesidad de que compartan nuestras comunicaciones? ¿Y cuál es mejor? Veamos.

Aquí hemos reflejado las tres redes principales, ya os lo podéis imaginar: Like para Facebook, Fav para los favoritos de Twitter y +1 para los «Me gusta» de Google+. Las tres acciones comparten la función de indicar que algo ha gustado al usuario, aunque hay una de ellas que no fue creada específicamente para tal fin: el favorito de Twitter. Pero sí que es cierto que no difieren en la empatía con el mensaje transmitido, no yendo más allá en términos de implicación. ¿O sí?

Para el Community Manager suele ser más positivo que una acción se comparta a que solamente haya interacción pasiva. Es lógico: cuanta más gente haga «share» en nuestras publicaciones a más personas llegaremos. Pero hay algo muy importante en los likes, +1 y favs: la notoriedad que adquiere la marca cuando se acumulan. Porque pueden verse en cada una de las publicaciones, siendo un síntoma claro de la aceptación que han provocado. De ahí que digamos que también son muy importantes.

¿De qué sirven los Me Gusta o Likes de Facebook? Aparte de para indicar la aceptación del mensaje, entran a formar parte del índice de interactividad con el que la red social mide la calidad de las publicaciones. De ahí que cuantos más Likes alcance en los primeros minutos tras publicarse el mensaje tenga éste más posibilidades de llegar a una mayor cantidad de público. Ya habréis escuchado hablar de él: el mítico Edge Rank de Facebook.

¿Y si nos atenemos a los Favs de Twitter? En sí mismos, no aportan mayor valor a la marca aparte del mero hecho de ofrecer una rápida visión de lo popular que se es en la red social del pájaro azul. Al fin y al cabo, los tweets que generan atención positiva también generan un buen número de favs, permitiendo que ciertas publicaciones acaben compartiendo dichos tweets en cuanto el número de favoritos es alto. De ahí que hagamos un apunte en esta forma de proclamar que algo gusta en Twitter: aparte del valor implícito de un contenido que gusta, resulta más sencillo que bots, gurús u otros usuarios «influencers» nos compartan según suba el número de favs.

Hablando específicamente de los +1 de Google, podemos decir que les ocurre lo mismo que a los dos elementos anteriores: miden la popularidad de las comunicaciones y permiten que haya otros usuarios que se sientan atraídos por ellas gracias a dicha popularidad. Aunque con Google+ ocurre un hecho diferencial que gustará a los más SEO: Google potencia las páginas que tienen mayor presencia en su red social. De ahí que, si vuestra marca, site o negocio está enlazado a una página de Google+, el retorno en SEO de los +1 suele traducirse en un mejor posicionamiento orgánico. No es la panacea, por supuesto, pero todo acaba sumando (un juego de palabras cargado de lógica).

Recapitulemos. ¿Resulta interesante apostar por las comunicaciones de marketing social que vayan enfocadas a obtener una conversión a corto plazo? Sin duda; aunque las redes sociales necesitan una estrategia más pausada para que realmente se noten sus efectos más allá del conocimiento de la marca (que es también muy importante, ojo). Pero también debéis tener en cuenta que asentarnos y que se nos acepte es primordial, debiendo apostar por contenido que cree implicación además de reacción. Y en eso los Likes, Favs y +1 son imprescindibles, pudiendo extenderse a otras acciones sociales como el Repin de Pinterest o el corazón de Instagram.

Resumiendo: atended las redes sociales tal y como a vosotros os gustaría disfrutarlas. Al fin y al cabo, todos somos partícipes de ellas, por lo que nuestra empresa se ha de comportar igual a nuestros gustos. Ganaréis mucho con ello, os lo garantizamos.