Dentro de la gran cantidad de redes sociales que existen en la actualidad, y con la incertidumbre de no saber a cuáles dedicarle mayor cantidad de tiempo y recursos, suelen haber dos que siempre se recomiendan: Twitter y Facebook. Por cantidad de usuarios activos día a día, por antigüedad, por las oportunidades de retorno que existen, porque es la práctica habitual en el Social Media Marketing… No falla: todos los expertos os van a recomendar incluir a estas dos en vuestra estrategia social, nosotros incluidos; teniendo en Twitter a una de las que ofrecen un mayor rango de oportunidad.

Twitter posee unas características propias que le hacen muy goloso. Por ejemplo, el número de usuarios es inmenso, teniendo tal cantidad de tipologías que podríamos segmentar la cuenta y las campañas sin demasiados problemas. También ofrece gran facilidad para las publicaciones, existiendo numerosas herramientas que nos facilitarán la tarea de medición y también la de propagación de nuestros contenidos. Encima, todo lo que publiquemos llega al 100 % de los usuarios que nos siguen, siendo éste punto uno de los aspectos más negativos en los que ha incurrido su rival, Facebook.

¿Queréis más razones? La facilidad que tienen los usuarios de Twitter para compartir el contenido, obteniendo cierta viralidad en cuanto nuestros mensajes adquieren un tono y estilo propios. Y aquí está la verdadera clave del asunto: la manera de contar nuestras campañas. ¿Habéis experimentado con el estilo de vuestros tweets? Cada agencia tendrá el suyo propio mientras propone una serie de tipos más o menos estamentados, existiendo varios en los que es imprescindible no incurrir. Y hoy recopilaremos a cinco de ellos.

Tono que identifique a la marca, bien escritos, sin abusar de hashtags ni Spam, manteniendo una cadencia marcada, asegurándonos de que la frecuencia de «posteo» sea adecuada… Como diría el refrán, «Cada maestrillo tiene su librillo». Y éste forma parte de nuestro manual de Twitter profesional.

Nada de hacer referencia a política, religiones y temas sensibles

Seguramente no os lo tengamos que decir, pero hay que tener especial precaución con los temas que hieren ciertas sensibilidades. Y, dado el momento político y socioreligioso que vivimos, basta con que mandéis un tweet que se pueda tergiversar para que os busquéis la ruina. A no ser que vuestra cuenta trate explícitamente esos temas (incluso aunque sea el caso, mirad la captura), absteneos de cruzar la línea.

Humor fino sí; humor basto no

El humor es una excelente herramienta para conseguir viralidad: causar empatía con el público resulta más sencillo si se le hace sonreír, siendo una estrategia que nosotros recomendamos siempre y cuando la marca admita ese tono de comunicación. Aunque eso sí: el humor basto ha de estar desterrado completamente; así como hacer referencia humorística a temas susceptibles (como los que hemos mencionado arriba). A no ser que la cuenta pida explícitamente la gracia soez, ésta ha de quedar desterrada.

Mucho cuidado con los estereotipos locales

Hacer bromas dentro del terreno personal tomando como referencia los estereotipos locales está comúnmente aceptado, pero mucho ojo con tuitear públicamente desde vuestra marca contenido que haga referencia a dichos estereotipos. Por más que la broma sea suave y no atente de forma clara contra esos habitantes, el «efecto bola de nieve» que puede adquirir dicho tweet es muy preocupante.

No hay que obligar a retractarse de una crítica, pedir el paso a DM o amenazar con una denuncia

Sabemos que una crítica puede hacer mucho daño y que, aunque sea justificada, todos tendemos a pedir que se disculpen, pero hay que abstenerse de hacerlo en público y mediante un tweet. Tampoco debemos pedirle al usuario que nos lo diga por privado: hay que asimilar los malos replies, responder con la máxima calma posible y articular bien el mensaje para que en ningún caso pueda malinterpretarse. Las estrategias de Social Media pueden irse al garete si no se mantiene el temple ante estas situaciones delicadas.

Hay que releer varias veces (muchas) antes de tuitear

El último consejo no es un tipo de tweets tal cual, sino una regla que debéis grabaros a fuego en vuestra forma de actuar frente a las redes sociales: jamás publiquéis nada sin releer varias veces el contenido, sin aseguraros de que los hashtags son correctos y, obviamente, también controlando los enlaces e imágenes que adjuntáis. Hay innumerables casos de marcas que han tenido serios problemas por un tweet mal escrito. Y la mayor parte de las veces no ha cabido posibilidad de excusa.

¿Qué os parecen estos tipos de tweets a evitar? ¿Aportaríais más estilos a este colección? Si tenéis sugerencias o más ejemplos con dudosas actuaciones de las marcas dentro de Twitter, no dudéis en comentarlo.